La familia es un sistema abierto que enfrenta constantes situaciones de cambios (Separaciones, divorcios, accidentes, enfermedades, empleos, etc.) y permanece en constante interacción con los individuos que la componen. Estos cambios afectan a todos sus integrantes y producen conflictos internos que en muchas ocasiones no se verbalizan o se comunican de una manera sana.
La estructura familiar está compuesta por un conjunto de funciones, demandas y posiciones invisibles que organizan el modo de interacción de los miembros de la familia. Existe cierto esquema de funcionamiento, pero en ocasiones ese esquema está deteriorado y necesita una reformulación para crear la estabilidad deseada del sistema.
Todas las familias manejan una distinta cadena de problemas, sin embargo, hay situaciones donde es necesario un apoyo de un profesional que pueda servir de guía dando una visión objetiva de las distorsiones relacionales producida ante los conflictos. La Familia debe responder a cambios internos y externos y, por lo tanto, debe ser capaz de transformarse de modo tal que le permita encarar nuevas circunstancias sin perder la continuidad que proporciona un marco de referencias a sus miembros.
La comunicación y la expresión de emociones tiene un componente primario en las familias, sin embargo, no está presente en muchas familias, lo que inhibe el posicionamiento de interacciones saludables o fortalecidas. Por esta razón, asistir a una terapia en familia no debe darse simplemente ante situaciones de conflicto, también una familia puede darse la oportunidad de experimentar una intensa reconexión con los miembros de tu sistema.
Si se está preguntando cuál es el mejor tratamiento para usted, contamos con un equipo de profesionales certificados que pueden evaluar y guiarlo hacia la terapia que más le puede ayudar.
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