Son un grupo de trastornos relacionados con la capacidad de responder sexualmente según lo deseado, o relacionados con el placer que puede experimentar un individuo. Es posible que una persona posea múltiples trastornos sexuales. Los trastornos sexuales no tratados pueden conducir a otras condiciones o complicaciones, como baja autoestima, conflictos en la relación de pareja o incluso depresión.
Todos los trastornos sexuales requieren una evaluación exhaustiva de un médico especializado para descartar causas biológicas u otros factores no psicológicos.
Descrito como la incapacidad de adquirir o mantener una erección durante las relaciones sexuales. Este trastorno requiere una evaluación completa del historial del paciente debido a las múltiples causas o desencadenantes posibles.
Entre las disfunciones masculinas menos comunes, caracterizadas por un notable retraso o incapacidad para eyacular, independientemente del deseo de eyacular y la presencia de estimulación sexual. Es importante tener en cuenta que el tiempo no se usa para los criterios de este trastorno, sino más bien el deseo del individuo de eyacular en un momento dado.
Es la falta de frecuencia, retraso notable o ausencia total de orgasmo, seguido de una reducción notable en la intensidad cuando ocurre un orgasmo. A diferencia de otros trastornos, este es más subjetivo debido a que cada persona experimenta orgasmos con niveles variables de intensidad.
Es la ausencia o interés reducido, entusiasmo disminuido por la actividad sexual, pensamientos sexuales, falta de iniciativa para la actividad sexual, ausencia de placer sexual durante la actividad sexual. Proporcionando incomodidad notable al individuo.
Nota: No confunda con Asexualidad, que se puede definir como: «La asexualidad es la falta de atracción sexual hacia los demás, o el bajo o ausente interés o deseo de actividad sexual». – Robert L. Crooks; Karla Baur (2016). Our Sexuality. Cengage Learning. p. 300. ISBN 978-1305887428.
Definido como la dificultad constante para mantener la penetración vaginal, el dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones sexuales, los sentimientos de ansiedad al sentir el dolor vulvovaginal o pélvico y la tensión notable de los músculos durante el intento de penetración.
La mayoría de los trastornos mencionados aquí son tratables por nuestro equipo de especialistas, después de descartar causas biológicas, ayudará al paciente a profundizar en sí mismo y le permitirá enfrentar situaciones o problemas que pueda haber reprimido, y que de alguna manera se hayan infiltrado en está área.
Si se está preguntando cuál es el mejor tratamiento para usted, contamos con un equipo de profesionales certificados que pueden evaluar y guiarlo hacia la terapia que más le puede ayudar.
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